La ninfa Enone , primera mujer de París, una vez abandonada por él, le escribe esta carta:
..."Yo, Enone, ninfa de las fuentes, muy conocida en los bosques frigios, ofendida, me quejo de tí...No eras tú tan encumbrando cuando yo, ninfa nacida de un caudaloso río, estaba contenta contigo como mujer. Tú, eras entonces un esclavo y yo no llevé a mal casarme contigo. Muchas veces nos recostamos entre los granados, a la sombra de un árbol y la hierba , mezclada con las hojas, nos ofreció lecho...Las hayas conservan mi nombre grabado en ellas por tí y se puede leer "Enone" escrito con tu cuchillo; y cuando crecen los troncos, tanto crece mi nombre. Creced y alzaos para gloria mía. Un álamo blanco hay, lo recuerdo, plantado a la vera del río, en el que están escritas estas palabras que dan testimonio de mí !Vive Álamo, te lo ruego!, tú que plantado al borde de la ribera, tienes en tu rugosa corteza estos versos: "cuando París pueda respirar lejos de Enone, la corriente del Janto irá en dirección contraria, hacia su fuente" !Janto, vuelve rápido hacia atrás y vosotras, aguas, id en dirección contraria! Que Páris consiente en abandonar a Enone....no me desdeñes por haberme echado contigo sobre hojarasca de haya, soy más idónea para lecho de púrpura...Pero Enone, aún engañándola su marido, permanece casta para él.Y podías según tus leyes ser engañado tú también. A mí me han buscado ( yo me escondía al amparo de los bosques)los rápidos sátiros, turba lujuriosa con su pie veloz y por las inmensas cumbres donde se levanta el Ida, Fauno , con su cornígera cabeza, coronada de puntiagudo pino...se ha enamorado de mí el constructor de las murallas de Troya, Apolo, famoso por su lira, él mismo me enseñó las artes de la medicina y permitió que mis manos accedieran a sus dones.Cualquier hierba capaz de proporcionar algún alivio y raíz de virtudes curativas que se críe e todo el mundo me es conocida !Desdichada de mí, pues el Amor no puede ser medicado con hierbas!..."
Las ninfas son espíritus elementales y semidiosas, según Hesíodo viven miles de años; Plutarco especifica su edad en 9.720. Son seres de sensibilidad y magia extrema, asociadas a la naturaleza, de ahí algunos de sus nombres: Dríadas, Nereidas, Náyades, Limniades, etc..Como podemos sentir con esta carta, su amor con mortales es posible...!menos mal que Enone , por fin sucumbió a su apego y se liberó de tanto dolor! . Cuenta la historia que París, después de su coyunda con Helena, estando en la guerra fué herido por una flecha, para su curación viajó de nuevo al monte Ida y pidió a la ninfa que le curara, ésta se negó.
